Nombres alternativos: Peste bubónica
La peste es una infección bacteriana grave y mortal. Está causada por una bacteria llamada Yersinia pestis. La enfermedad se adquiere por mordedura de una pulga infectada, por con secreciones respiratorias de una persona enferma o por contacto con tejido de animales infectados. El contagio entre personas solo es posible en los casos de afectación respiratoria. Hay cuatro formas de peste: bubónica (infección de los ganglios linfáticos), septicémica (infección de la sangre), neumónica (infección de los pulmones) y la neurológica. Las más frecuentes son las dos primeras, siendo la neumónica y la neurológica normalmente debidas a complicaciones de la septicémica. Los síntomas son diferentes en función del tipo de peste contraída, pero en todos ellos el diagnóstico y la confirmación del mismo requieren pruebas de laboratorio. La confirmación consiste en el aislamiento e identificación de Yersina Pestis mediante cultivo de muestras del paciente. Un tratamiento rápido es esencial para reducir las complicaciones y la letalidad. Si éste no se recibe dentro de las 24 horas siguientes al desarrollo de los síntomas iniciales, la muerte puede ser inevitable.
La peste es una infección bacteriana grave y mortal. Está causada por una bacteria llamada Yersinia pestis. La enfermedad se adquiere por mordedura de una pulga infectada, por con secreciones respiratorias de una persona enferma o por contacto con tejido de animales infectados. El contagio entre personas solo es posible en los casos de afectación respiratoria. Hay cuatro formas de peste: bubónica (infección de los ganglios linfáticos), septicémica (infección de la sangre), neumónica (infección de los pulmones) y la neurológica. Las más frecuentes son las dos primeras, siendo la neumónica y la neurológica normalmente debidas a complicaciones de la septicémica. Los síntomas son diferentes en función del tipo de peste contraída, pero en todos ellos el diagnóstico y la confirmación del mismo requieren pruebas de laboratorio. La confirmación consiste en el aislamiento e identificación de Yersina Pestis mediante cultivo de muestras del paciente. Un tratamiento rápido es esencial para reducir las complicaciones y la letalidad. Si éste no se recibe dentro de las 24 horas siguientes al desarrollo de los síntomas iniciales, la muerte puede ser inevitable.