La neoplasia intraepitelial cervical es una lesión que se considera la antesala del cáncer cérvicouterino, se trata de un tipo de cáncer de los que se llaman in situ. Es decir, que no se disemina. Sólo los tumores invasivos pueden dar lugar a metástasis. En pocas palabras, los cánceres in situ no son peligrosos para la vida. Si se los diagnostica en esa fase son tan fáciles de curar como cualquier tumor benigno, sencillamente extirpándolos. Las neoplasias in situ del cuello del útero se eliminan fácilmente congelando el tejido enfermo con una sonda fría (crioterapia), o extirpando un pequeño fragmento del cuello del útero (conización). Hay que seguir vigilando, pues pueden recaer. La razón es que estos tumores están relacionados con la infección por el virus del papiloma humano (VPH), y ésta es crónica. La conización o la crioterapia solo eliminan el tejido tumoral, pero el virus permanece en el resto de mucosa sana.