La influenza, o gripe, es un proceso vírico infeccioso que afecta a la nariz, el cuello y los pulmones. Tiene una tendencia estacional, con predominio invernal, pero puede darse a lo largo de todo el año. Se transmite de persona a persona mediante las secreciones que emite el enfermo, sea directamente o indirectamente (como a través del contacto con las manos). Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, malestar general, artromialgias, cefalea, astenia, náuseas... Cuando empiezan a ceder, se incrementa la clínica respiratoria del paciente. La gripe puede complicarse si las estructuras afectadas se sobreinfectan con otros microorganismos. Actualmente se dispone de una vacuna, de prescripción anual.