Nombres alternativos: Glomerulonefritis de tipo crónico
La glomerulonefritis crónica es la etapa avanzada de un grupo de trastornos renales, que producen la inflamación y destrucción, lenta y progresivamente, de las estructuras internas del riñón, denominadas glomérulos. El daño a los glomérulos afecta la capacidad de los riñones para filtrar los líquidos y desechos, hecho que se manifiesta con la presencia de proteína y sangre en la orina. La glomerulonefritis está dentro de las principales causas de la insuficiencia renal crónica y de la enfermedad renal en estado terminal. Las causas abarcan: • Nefropatía/esclerosis diabética • Glomeruloesclerosis focal y segmentaria • Nefropatía por IgA (enfermedad de Berger) • Nefritis lúpica • Glomerulonefritis membranosa • Trastorno proliferativo mesangial • Nefritis asociada con trastornos como amiloidosis, mieloma múltiple o trastornos inmunitarios como el SIDA Esta afección causa hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. Debido a que los síntomas se desarrollan en forma progresiva, el trastorno se puede descubrir cuando haya un análisis de orina anormal o cualquier otro exámen rutinario. Las pruebas de laboratorio pueden revelar anemia o revelar signos de una disminución en la función renal. Por otra parte, una biopsia de riñón puede mostrar una de las formas de glomerulonefritis crónica o cicatrización de los glomérulos. Respecto al tratamiento de la glomerulonefritis crónica, éste puede variar dependiendo de la causa del trastorno y según el tipo y la gravedad de los síntomas. El objetivo principal es controlar los síntomas. Para tratar algunas de las causas de la glomerulonefritis crónica se pueden usar corticosteroides, inmunodepresores u otros medicamentos. Es posible que sea necesario realizar diálisis o un transplante de riñón para controlar los síntomas de insuficiencia renal y asegurar la vida del paciente.
La glomerulonefritis crónica es la etapa avanzada de un grupo de trastornos renales, que producen la inflamación y destrucción, lenta y progresivamente, de las estructuras internas del riñón, denominadas glomérulos. El daño a los glomérulos afecta la capacidad de los riñones para filtrar los líquidos y desechos, hecho que se manifiesta con la presencia de proteína y sangre en la orina. La glomerulonefritis está dentro de las principales causas de la insuficiencia renal crónica y de la enfermedad renal en estado terminal. Las causas abarcan: • Nefropatía/esclerosis diabética • Glomeruloesclerosis focal y segmentaria • Nefropatía por IgA (enfermedad de Berger) • Nefritis lúpica • Glomerulonefritis membranosa • Trastorno proliferativo mesangial • Nefritis asociada con trastornos como amiloidosis, mieloma múltiple o trastornos inmunitarios como el SIDA Esta afección causa hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. Debido a que los síntomas se desarrollan en forma progresiva, el trastorno se puede descubrir cuando haya un análisis de orina anormal o cualquier otro exámen rutinario. Las pruebas de laboratorio pueden revelar anemia o revelar signos de una disminución en la función renal. Por otra parte, una biopsia de riñón puede mostrar una de las formas de glomerulonefritis crónica o cicatrización de los glomérulos. Respecto al tratamiento de la glomerulonefritis crónica, éste puede variar dependiendo de la causa del trastorno y según el tipo y la gravedad de los síntomas. El objetivo principal es controlar los síntomas. Para tratar algunas de las causas de la glomerulonefritis crónica se pueden usar corticosteroides, inmunodepresores u otros medicamentos. Es posible que sea necesario realizar diálisis o un transplante de riñón para controlar los síntomas de insuficiencia renal y asegurar la vida del paciente.