Las glándulas de Bartolino están situadas a ambos lados de la vagina, entre los labios menores y la pared genital. Dichas glándulas favorecen las relaciones sexuales puesto que tienen como función lubricar la vagina. La bartolinitis o absceso de Bartolino se produce cuando existe una obstrucción debido a una acumulación de pus en el conducto excretor de una de las dos glándulas de Bartolino. La bartolinitis se pueden contraer de múltiples formas aunque la más común es debido a una infección causada por una bacteria (E. Coli). Además de la hinchazón, la zona se vuelve especialmente sensible y dolorosa, tanto que cualquier presión ejercida contra la vulva, como sentarse o incluso el mero hecho de caminar puede provocar mucho dolor. La existencia de fiebre también suele ser habitual. El mayor problema es que se sucedan varias infecciones ya que el canal podría enquistarse, por eso siempre se debe explorar la zona para poder distinguirlo de un tumor. El tratamiento más habitual para esta dolencia es a base de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos que deberán ser recetados por un médico. Solo en casos más graves, se plantea la opción de hacer una pequeña incisión para realizar un drenaje.