Las siglas hacen referencia a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y la afección reside en los bronquios y alvéolos, es decir, donde se produce el intercambio gaseoso. Esta zona de los pulmones pierde la capacidad elástica o se obstruye debido al acumulación de mucosidad. Principalmente engloba dos patologías: el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica. Algunos de los síntomas son tos, sibilancias, presión en el pecho y sensación de ahogo. Como su nombre indica, es crónica y con el tiempo, aumenta la dificultad respiratoria deteriorando la calidad de vida de los pacientes. El tabaquismo es el factor principal para que aparezca esta patología. La prueba más fiable para su diagnóstico es la espirometría, la cual mide la capacidad pulmonar del paciente.