Se conoce como encefalopatía alcohólica al conjunto de varios síndromes cerebrales (encefalopatía de Gayet-Wernicke o polioencefalitis superior hemorrágica, el síndrome de Korsakoff y la enfermedad de Marchiafava-Bignami) todos ellos ocasionados por una falta de vitamina B1. Este transtorno implica la pérdida de funciones específicas del cerebro debido a la deficiencia de tiamina (vitamina B1) El consumo excesivo de alcohol interfiere con el metabolismo de la tiamina en el cuerpo Esto implica daño a áreas del cerebro involucradas en la memoria. Los síntomas generales de este tipo de encefalopatía son: Cambios en la visión, visión doble, caída de los párpados, pérdida de coordinación muscular y de memoria, alucinaciones y falta de memoria actual. La falta de vitamina B1 son, entre otras, las siguientes: vómitos y náuseas continuas en mujeres gestantes, niveles muy altos de hormona tirioidea o insuficiencia cardíaca congestiva. El tratamiento esta dirigido a controlar los síntomas de la encefalopatía. La administración de vitamina B1 (tiamina) puede mejorar los síntomas del paciente. Se puede administra de confusión o delirio, las dificultades de la visión, los movimientos oculares y la falta de coordinación muscular. Esta vitamina se puede suministrar mediante una inyección intravenosa o intramuscular o por vía oral.