La encefalitis es la inflamación del encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco). Está frecuentemente producida por virus, aunque también puede estar provocada por bacterias, parásitos, patologías autoimmunes o neoplasias. El paciente presenta confusión, cefalea, irritabilidad, inestabilidad, fotosensibilidad, vómitos sin náuseas... Ante la presencia de una disminución importante del estado de consciencia, parálisis o crisis comiciales debemos considerar la situación una emergencia. Se deben realizar pruebas de imagen y analizar el líquido cefalorraquídeo para averiguar el agente infeccioso que la provoca. Una vez diagnosticado, se prescribirán antivirales o antibióticos, anticomiciales si aparecen convulsiones, antipiréticos, sedantes... Las consecuencias pueden ser variables, variando de la resolución completa a la presencia de secuelas neurológicas.