Es una afección en la cual se desarrollan pequeñas ampollas que ocasionan un picor intenso en manos y pie. Estas vesículas, se forman en los bordes de las palmas y dedos de las manos y en las plantas y dedos de los pies. Su rascado produce cambios y engrosamiento de la piel, pudiendo originar fisuras en los dedos. Para tratar el eccema dishidrótico, se recetarán medicamentos antipruriginosos por vía oral, humectantes y cremas con esteroides. Tras el tratamiento, normalmente desaparece sin problemas, pero los síntomas pueden reaparecer posteriormente. El rascado excesivo puede ocasionar piel irritada y gruesa, más difícil de tratar y que presenta un tiempo de cicatrización más prolongado.