Los diviesos, forúnculos o infección de un folículo piloso, son una infección de la piel que implica a un folículo piloso entero y al tejido cutáneo que le rodea. Se trata de una afección muy común generalmente ocasionada por el staphylococcus aureus, o demás bacterias u hongos que están en la superficie de la piel. El daño al folículo piloso permite que estas bacterias penetren de un modo más profundo en sus tejidos y en los tejidos subcutáneos. Aunque los diviesos pueden originarse en cualquier parte del cuerpo, son más habituales en zonas de la cara, cuello, nalgas, axilas y muslos. Se originan a partir de un nódulo inflamado, pero a medida que se va llenando de pus el dolor se acentúa, cesando cuando el divieso se drena y expulsa el pus. La higiene es un factor importante para prevenir la expansión de la infección. Si los diviesos drenan, se deben limpiar con frecuencia. Cuando el forúnculo ya se ha formado, los jabones antibacterianos o los antibióticos no son efectivos, pero deberemos utilizar antibióticos sistémicos en el caso que la infección reaparezca para así poder controlarla.