Los acrocordones son una afección cutánea de fibras de colágeno y vasos sanguíneos que están rodeados por una delgada capa de piel. Esto implica el desarrollo de pequeños tumores, habitualmente benignos, en la piel. No son dolorosos ni crecen o cambian, pero pueden irritarse con la fricción. Suelen encontrarse en los pliegues de la piel, el cuello, las axilas o el tronco, y habitualmente tienen el color de la piel.
Los acrocordones no precisan tratamiento, a menos que los tumores cutáneos sean irritantes. En este caso, se extirparían quirúrgicamente, mediante congelación (crioterapia), por ligadura (atando una sutura alrededor del cuello del acrocordón para ahogarlo) o por quemadura eléctrica (cauterización).