Nombres alternativos: Absceso dentario, Absceso en un diente
Un absceso dental, también llamado absceso dentoalveolar, es una concentración de pus en el diente o alrededor de éste. Esto puede incluir pus en la pulpa (centro interior del diente), en la encía o en la mandíbula. Este puede verse también en alguna zona donde el diente aun no ha salido de la encía. En función de su localización, el absceso de puede diseminar a la garganta, mejillas o cara. Un absceso dental puede ser causado por diferentes bacterias. Éstas habitualmente penetran en el diente cuando el esmalte es atravesado por la caries dental o mediante una lesión. Algunos tratamientos o partículas de alimentos que se quedan adheridas a los dientes durante largo tiempo pueden también causar un absceso dental. Condiciones como la diabetes, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o algunas enfermedades que debilitan el sistema inmune pueden favorecer la aparición de abscesos dentales. También el tabaquismo, recibir tratamiento de radioterapia, o la ingesta de ciertos medicamentos como esteroides o corticoides ayudan a la creación de este tipo de abscesos. Los procedimientos a seguir para su tratamiento son mediante antibióticos para ayudar a tratar o prevenir una infección que sea causada por bacterias, y mediante el drenaje de la pus a través de una incisión en la zona afectada.
Un absceso dental, también llamado absceso dentoalveolar, es una concentración de pus en el diente o alrededor de éste. Esto puede incluir pus en la pulpa (centro interior del diente), en la encía o en la mandíbula. Este puede verse también en alguna zona donde el diente aun no ha salido de la encía. En función de su localización, el absceso de puede diseminar a la garganta, mejillas o cara. Un absceso dental puede ser causado por diferentes bacterias. Éstas habitualmente penetran en el diente cuando el esmalte es atravesado por la caries dental o mediante una lesión. Algunos tratamientos o partículas de alimentos que se quedan adheridas a los dientes durante largo tiempo pueden también causar un absceso dental. Condiciones como la diabetes, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o algunas enfermedades que debilitan el sistema inmune pueden favorecer la aparición de abscesos dentales. También el tabaquismo, recibir tratamiento de radioterapia, o la ingesta de ciertos medicamentos como esteroides o corticoides ayudan a la creación de este tipo de abscesos. Los procedimientos a seguir para su tratamiento son mediante antibióticos para ayudar a tratar o prevenir una infección que sea causada por bacterias, y mediante el drenaje de la pus a través de una incisión en la zona afectada.