Nombres alternativos: Absceso de Bartholin
El absceso de bartolino o absceso de bartholin es una acumulación de pus que forma una protuberancia en una de las glándulas de Bartolino, las cuales están localizadas a cada lado de la abertura vaginal. Se forma cuando se presenta una obstrucción de una pequeña abertura de la glándula, lo cual hace que el líquido de esta glándula se acumule y puede infectarse. La infección habitualmente no es causada por una enfermedad de transmisión sexual (ETS), sin embargo, muchos tipos de bacterias asociadas con estas enfermedades pueden llevar a la infección. Con frecuencia, el absceso aparece y se torna muy caliente e inflamado en 2 a 3 días. Cualquier actividad que ejerza presión contra la vulva, incluso caminar y sentarse, puede causar un dolor punzante. Los síntomas de un absceso de bartholin son: una protuberancia sensible a cada lado de la abertura vaginal, fiebre y dolor durante la relación sexual. Para su tratamiento, una pequeña incisión quirúrgica que puede drenar por completo el absceso proporcionando cierto alivio y una recuperación más rápida. Este procedimiento puede practicarse con anestesia local de forma ambulatoria. Se puede utilizar una sonda para dejar que el drenaje del absceso continúe mientras éste cicatriza. También se pueden prescribir antibióticos, pero no suelen ser necesarios si el absceso se drena acertadamente.
El absceso de bartolino o absceso de bartholin es una acumulación de pus que forma una protuberancia en una de las glándulas de Bartolino, las cuales están localizadas a cada lado de la abertura vaginal. Se forma cuando se presenta una obstrucción de una pequeña abertura de la glándula, lo cual hace que el líquido de esta glándula se acumule y puede infectarse. La infección habitualmente no es causada por una enfermedad de transmisión sexual (ETS), sin embargo, muchos tipos de bacterias asociadas con estas enfermedades pueden llevar a la infección. Con frecuencia, el absceso aparece y se torna muy caliente e inflamado en 2 a 3 días. Cualquier actividad que ejerza presión contra la vulva, incluso caminar y sentarse, puede causar un dolor punzante. Los síntomas de un absceso de bartholin son: una protuberancia sensible a cada lado de la abertura vaginal, fiebre y dolor durante la relación sexual. Para su tratamiento, una pequeña incisión quirúrgica que puede drenar por completo el absceso proporcionando cierto alivio y una recuperación más rápida. Este procedimiento puede practicarse con anestesia local de forma ambulatoria. Se puede utilizar una sonda para dejar que el drenaje del absceso continúe mientras éste cicatriza. También se pueden prescribir antibióticos, pero no suelen ser necesarios si el absceso se drena acertadamente.