El absceso alrededor del riñon, conocido también como absceso perinéfrico o perirrenal, es una cavidad de pus causada por una infección alrededor de uno o ambos riñones. La mayoría estos abscesos son ocasionados por infecciones urinarias que empiezan en la vejiga, se diseminan a los riñones y posteriormente afectan a áreas próximas. Otras causas del absceso perirrenal son la cirugía en las vías urinarias o el aparato reproductor e infección del torrente sanguíneo. El mayor factor de riesgo de absceso perinéfrico es la presencia de cálculos renales que bloquean el flujo urinario y que ofrecen un espacio que la infección se expanda. Las bacterias tienden a adherirse a los cálculos y los antibióticos no pueden destruirlas. Los cálculos se encuentran entre el 20 al 60% de los pacientes que presentan un absceso alrededor del riñón. Otros de los factores de riesgo para esta afección incluyen: diabetes, presentar vías urinarias anormales o un traumatismo. El paciente puede presentar síntomas como: escalofríos, fiebre, dolor en el costado o en el abdomen y sudores. Respecto al tratamiento, para tratar un absceso perirrenal, se puede drenar el pus mediante un catéter que se coloca a través de la piel o con cirugía, y se tiene que administrar antibióticos a través de la vena.

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Se puede detectar de muchos modos, el más frecuente una ecografía. La mejor forma de valorarlo una vez detectado es un escáner (TAC) o una resonancia.

Un absceso hay que drenarlo. Se puede hacer mediante punción percutánea o mediante una lumbotomía.

Habitualmente fiebre e incluso dolor en la zona renal. Depende también del tamaño del absceso.

Puede quedar embarazada, pero no es recomendable. El absceso necesitará de tratamiento antibiótico prolongado, exploraciones radiológicas y, si no se reabsorbe, puede necesitar de cirugía o drenaje…