Alba María González

"La sanación en terapia nace del encuentro genuino y profundo entre el terapeuta y el paciente".
Tras finalizar mi paso por la universidad hace ya casi una década , donde completé mis estudios en psicología, adquirí conocimientos valiosos sobre la mente humana, pero también me di cuenta de que faltaba algo esencial. Me di cuenta que la psicología no podía reducirse solo a teorías y conceptos académicos; intuía que había una dimensión más humana y viva por descubrir en el acompañamiento terapéutico.

Fue en mi formación en terapia Gestalt donde encontré esa otra forma de estar en terapia. Allí, aprendí a cultivar una presencia auténtica, a escuchar con atención plena y a acompañar a las personas desde una conexión empática y respetuosa con sus emociones. Esa formación transformó mi manera de entender el proceso terapéutico, permitiéndome estar más cerca de las personas que acuden a consulta, y desde ahí, ofrecerles un espacio seguro y profundo donde poder explorar su mundo interior.

Con el tiempo, me fui especializando en el tratamiento del trauma complejo, ya que muchas de las personas que llegaban a mi consulta habían vivido situaciones profundamente dolorosas en su infancia. Buscando herramientas efectivas para ayudarles, me formé en el método EMDR, que me permitió ir más allá en el proceso de sanación. También integré otras corrientes como los Sistemas de Familia Interna y el Focusing, lo que me ha permitido crear un enfoque terapéutico más ajustado a las necesidades de cada persona, respetando cada etapa de su proceso.

A lo largo de mi trayectoria, descubrí que muchas de las heridas de las personas que acompañaba estaban relacionadas con sus vínculos más cercanos —familiares, de pareja, amistades, o incluso en el ámbito laboral—. Fue entonces cuando entendí la importancia de trabajar estos vínculos dentro del propio espacio terapéutico. En ese entorno seguro, podemos explorar y sanar las dinámicas relacionales que a menudo no encuentran lugar fuera, creando así un proceso transformador en el aquí y ahora de la sesión.

Durante años, he podido acompañar terapéuticamente a menores y a sus familias, así como a adultos en sus procesos. Disfruto tanto de trabajar con niños y adolescentes, ayudándoles a encontrar su voz y a gestionar sus emociones, como de acompañar a adultos en sus propios caminos de sanación. Cada etapa vital tiene su propia riqueza, y es un honor poder ser testigo y parte activa de esos momentos de crecimiento y transformación.

Ofrezco una primera consulta a mitad de precio para adultos o para infancia porque considero que la oportunidad de conocernos y establecer una primera conexión es crucial. Por ello, me parece importante que el aspecto económico no sea un obstáculo en esta primera toma de contacto.